Empezamos el mes del rosario, y con ello, queremos mostrarte una manera distinta de rezarlo.
Si te cuesta, si te distraes fácilmente, si no te concentras, o hasta te quedas dormido rezando intenta con éste método.
Rezar, es dialogar corazón a corazón, mirada con mirada con Jesús, María o Dios Padre.
Este método para rezar el Rosario propone que por cada cuenta le cuentes a María una preocupación diferente.
No hay angustias tontas ni menos importantes, compártele todas las que tengas por pequeñas que parezcan; todo entrégaselo a Dios. «Te entrego mi miedo a fracasar en la escuela, mi irresponsabilidad, mis angustias, mi estrés...». A veces creemos que tenemos que contar cosas muy elaboradas en nuestro diálogo, pero qué mejor que ser uno mismo y poderle decir hasta lo que da pena confesar, esos miedos e inseguridades que nos atormentan por dentro. ¡Estás en confianza!... Aprendamos a dejarnos amar y cuidar por Dios y María. Tomado de catholic-link.com
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